Economía circular

La estrategia europea

La Unión Europea ha aprobado una nueva estrategia para una Europa ecológica, digital y competitiva, alineada con la Economía Circular.

La Unión Europea ha aprobado una nueva estrategia para una Europa ecológica, digital y competitiva, alineada con la Economía Circular. Tres son los motores que esta estrategia propone para hacer más sostenible y competitiva a la industria europea: 

  1. La transición ecológica, con el Pacto Verde Europeo como estrategia europea integradora hacia una economía sostenible. 
  2. La transición digital, que permite a la industria, al turismo, a las pymes y resto de sectores ser más proactivos. Además, dota a los trabajadores de nuevas capacidades y apoya la descarbonización de nuestra economía.
  3. La competitividad en la escena mundial, donde Europa aprovechará el impacto de su mercado único para avanzar normas y criterios de referencia mundial.

En marzo de 2020, se aprobó el nuevo Plan de la Economía Circular para una Europa más limpia y eficiente, dentro del denominado Pacto Verde Europeo (EU Green Deal), que aboga por una estrategia concertada para una economía climáticamente neutra, eficiente en el uso de los recursos y competitiva. 

Nuevo Plan de acción para la economía circular por una Europa más limpia y más competitiva

Con el objetivo de conseguir la neutralidad climática para el año 2050 y desvincular el crecimiento económico del uso de los recursos, la Comisión Europea (2020) afirma:

La UE debe acelerar la transición hacia un modelo de crecimiento regenerativo que devuelva al planeta más de lo que toma de él, avanzar hacia el mantenimiento de su consumo de recursos dentro de los límites que encierra el planeta y, con tal fin, esforzarse por reducir su huella de consumo y duplicar su tasa de utilización de material circular en la próxima década. 

A partir de las propuestas del primer plan de acción para la Economía Circular de 2015, el nuevo plan aprobado en marzo de 2020 establece exigencias para que los productos, servicios y modelos de servicio sean sostenibles, y así facilitar que se transformen las pautas de consumo.  

En el campo de los residuos, la modificación de la directiva marco de residuos —la Directiva (UE) 2018/98/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de mayo de 2018, por la que se modifica la Directiva 2008/98/CE sobre los residuos, que se incluye dentro del paquete de la Economía Circular— establece nuevos objetivos en materia de gestión de los residuos para aumentar el reciclaje y limitar el vertido como solución final.

Este plan de acción, también procura promover la contratación pública ecológica y el empoderamiento de las personas consumidoras, luchando contra la obsolescencia prematura y atendiendo a los siguientes sectores prioritarios:

  • Electrónica y TIC: sector que provoca un flujo de residuos que no para de crecer y que está en tasas de reciclaje inferiores al 40 % en el marco comunitario. Las acciones van encaminadas a prolongar la vida de los productos electrónicos con programas de reparación y restitución, reducir las sustancias peligrosas en su diseño y establecer un derecho a reparación que incluya la actualización del software obsoleto. 
  • Baterías y vehículos: enfrenta un futuro de movilidad eléctrica y una nueva perspectiva hacia los acumuladores que proporcionarán energía a los vehículos. 
  • Envases y embalajes: aumentar la reutilización y la reciclabilidad, y disminuir la complejidad de los materiales de envasado. 
  • Plásticos: es necesario establecer requisitos obligatorios para los contenidos reciclados y reducir los residuos plásticos en productos clave como envases, materiales de construcción y vehículos. Es prioritaria la disminución de microplásticos en el medioambiente para hacer frente al problema de la contaminación marina por plásticos. 
  • Productos textiles: se prevé una estrategia integral para los productos textiles que incluya medidas de diseño ecológico, y así alcanzar niveles elevados de recogida separada de residuos textiles. 
  • Construcción y edificios: por un lado, dar una solución integral a la gestión de los Residuos de Construcción y Demolición al suponer más del 35 % de los residuos generados en la UE, por lo que aumentará el reciclaje de los residuos y tendrá consecuencias positivas en una menor presión sobre los recursos. Por otro lado, una estrategia para un entorno construido sostenible, que promueva principios de circularidad en todo el ciclo de vida de los edificios. 
  • Alimentos, agua y nutrientes: se pone el acento en la reducción del desperdicio de alimentos a través de una estrategia denominada ‘de la granja a la mesa’. Esta se complementa con una nueva perspectiva de la gestión hídrica orientada a integrar en la cadena de valor el abono orgánico para la agricultura. 
  • Menos residuos, más valor: actúa sobre los sistemas de gestión y tratamiento de residuos para su prevención, promoviendo objetivos de reducción de residuos, disminución de las sustancias tóxicas en los residuos, un mercado de materias primas secundarias eficiente y, por tanto, evitar exportaciones de residuos fuera de la UE, especialmente cuando el objetivo es externalizar aquellos de gestión más compleja.