
La construcción de la Balsa de Vicario, junto a la obra de conexión de La Laguna de Barlovento con el Canal de Garafía-Tijarafe, son cruciales para compensar los déficits de agua que ha ocasionado, y sigue ocasionando, el cambio climático en La Palma.
Estas obras, tan necesarias para el desarrollo del sector agrícola del Valle de Aridane y alrededores, se iniciaron en 2010, pero la quiebra de las empresas que conformaban la UTE adjudicataria provocó una paralización que perduró hasta el año 2019.
Ante esta situación, la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias volvió a liderar el proyecto y encargó a la empresa Transformación Agraria S. A. (Tragsa) que retomara las obras, concediéndoles una asignación presupuestaria de 9 386 263,04 euros.
Así pues, diez años después del inicio de los trabajos del embalse, se prevé concluir la Balsa de Vicario a finales de este año.
Una obra compleja de gran envergadura
La Balsa de Vicario alcanza un perímetro de 1100 m y una altura de 30 m, y cuenta, además, con una superficie de 60 000 m2, equivalente a seis campos de fútbol. Para hormigonar toda la superficie se están empleando 5800 m3 de una mezcla de áridos y cemento, lo que supone un total de 900 camiones hormigonera, aproximadamente. Después de ese proceso, se añadirá la lámina de PVC que impermeabilizará los taludes de la balsa, de una superficie de 100 000 m2.
La extensión del embalse tendrá una capacidad para recoger 1,5 millones m3 de agua para su mejor administración, aprovechamiento y distribución, y dará servicio a todos los llanos situados en la costa de Tijarafe, zona de La Punta y el Valle de Aridane.
De este modo, la Balsa de Vicario será el segundo embalse más importante de la isla de La Palma, después de La Laguna de Barlovento.
Una tubería une La Laguna de Barlovento y el Canal de Garafía-Tijarafe
Esta obra también contempla una conexión hidráulica, entre de La Laguna de Barlovento y el Canal de Garafía-Tijarafe, de más de 13 km de tubería de acero galvanizado. La traza de esta tubería, de unos 250 mm de diámetro, discurre por terrenos de orografía abrupta, y cruza, mediante sifones, los barrancos de Franceses y de Gallegos.

Actualmente, la conexión de Barlovento hasta el Valle de Aridane ya está en funcionamiento y puede activarse cuando sea necesario.
La Balsa Vicario, una realidad para finales de 2021
La conclusión de la Balsa de Vicario está prevista para el 30 de diciembre de 2021. Los agricultores del Valle de Aridane ven en este embalse, y en la conexión de La Laguna de Barlovento con el Canal de Garafía-Tijarafe, un alivio que viene a compensar los déficits de agua de los últimos años.
Así pues, este proyecto viene a completar la red de once embalses que gestiona el Consejo Insular de Aguas de La Palma, unas infraestructuras hidráulicas que beneficiarán directamente al sector primario insular ante la grave problemática de la sequía.